Kichic

Espectacular ambiente, agradable, pacífico y una carta deliciosa. Una hermosa combinación campo y mar

El hotel es único entre los hoteles de la zona. Un escape después de tantos meses de cuarentena, no pudimos escoger mejor.
Tiene 9 habitaciones y tiene mucho espacio común para no cruzarte con los demás huéspedes.
La comida es exquisita, yo casi no como vegetales pero estaban deliciosos! Me sorprendió gratamente.
La atención del personal sobrepasa lo que uno piensa. Muchas gracias chicos!
Enamorada del hotel completamente. Volveremos!

Simplemente increíble. Es toda una experiencia. Desde la entrada, la habitación, las áreas comunes, el restaurante, bar y playa. Cada espacio es original y te invita a la tranquilidad.
Tener en cuenta que la carta no tiene platos de chancho o pollo. La carta de divide en 2, parte vegetariana y parte de pescados y mariscos. Tienen solo una opción de res que es una hamburguesa de 200g. Sin embargo, la comida que ofrecen es increíble.
Es un hotel para desconectrate y relajarte. Sin duda volveremos.

El lugar es simplemente espectacular, la comida es la mejor, todos son atentos. El precio es un poco alto, pero honestamente valió la pena

Fui con mi bebe la noche costó 100 soles todos son amables pero los cuartos no tiene aire acondicionado pero si ventilador y son pequeños la cama cómoda es decir un cuarto super normalito para quedarse una noche y de paso super bien

Excelente lugar para parejas! Un lugar ideal para disfrutar y descansar! Todo un lujo y muchos detalles lindos! Tiene un salón espectacular para hacer Yoga.

Tenía tiempo queriendo ir a kichic, un hotel que promueve la vida saludable a través de la meditación para encontrar paz y conectarnos con nosotros mismos, pero no son consecuentes con lo que predican. Les cuento un poco de nuestra decepcionante experiencia, aclarando que antes de ir preguntamos si podíamos ir al restaurante y pasar el día en la playa.
La comida estuvo buena, aunque unos platos llegaron a tiempo, a otros les tomó un tiempo no razonable en llegar, el servicio era muy lento Y no se preocupaban por retirar los platos que estaban vacíos; el lugar es realmente bonito, pero por la calidad de personas que están al mando no volvería. Tuvimos la mala suerte de ir cuando estaba la dueña, quien me dió la impresión de ser una típica limeña pituca con complejos de superioridad; cuando uno de sus empleados fue a pedirle permiso para que podamos ultilizar su sección de la playa empezó a gritarle y a mover los brazos con arrogante ademán, porque no quería que usemos las tarimas, ni siquiera las sombrillas, a pesar de que el lugar estaba vacío. No podíamos hacer uso de la piscina, lo cual es razonable, pero negarnos una sombrilla y una tarima fue ridículo, además que queríamos seguía consumiendo. Lo más amargo de la experiencia fue que ella y sus amigas no dejaron de mirarnos mal como si fuésemos intrusos. También empezaron a cortar maderas al lado de nuestra mesa y los mozos les dijeron que pararan, pero los hombres no quisieron parar, porque la dueña le había exigido que siga con el trabajo, estando nosotros ahí. Si tuvieran noción sobre negocio hubiesen ganado muchísimo más por nuestro consumo, también si nos hubiesen permitido tomar el servicio de masajes, donde las camas estaban vacías, pero era exclusivo para huéspedes. Jamás volveré a este lugar de mal trato. Leí recientemente que otras personas habían comentado sobre esto y lo puedo corroborar.

Excelente todo, desde el lugar hasta el personal. Muy buena gastronomía vegetariana y pescado. Los desayunos fantásticos. Todo elaborado en el hotel: panes, helados, yogurt, tortas
Las mejores puestas de sol nunca antes vistas.

Excelente experiencia. Uno de los mejores Hoteles en el Perú. Tiene las mejores playas en todo el norte. La comida muy buena y la experiencia que vives es única. Uno de los lugares que volvería a visitar.